Araceli, de 96 años, se convierte en la primera vacunada de España contra la COVID-19 Mónica Zas Marcos

Araceli, de 96 años, se convierte en la primera vacunada de España contra la COVID-19

España ha dado hoy un paso histórico con las primeras inyecciones de la vacuna contra la COVID-19. Ha sido en ‘Los Olmos’, una residencia de mayores pública de Guadalajara, donde Araceli, la interna de mayor edad a sus 96 años, y Mónica Tapias, auxiliar de enfermería, han recibido a las 9 de la mañana del domingo una dosis del suero de Pfizer/BioNTech. Ellas han sido las protagonistas de una campaña de vacunación cuya fase inicial pretende cubrir a 2,3 millones de personas en las próximas 12 semanas.

Tal y como prometieron Sanidad y la Junta de Castilla-La Mancha, el de hoy ha sido un acto discreto sin mayor presencia mediática que la señal en directo ofrecida por TVE. El nerviosismo inicial de Araceli y Mónica ha desaparecido cinco minutos después de haberse inoculado el suero, momento en el que ambas se han mostrado «orgullosas» y han querido hacer un llamamiento. «Animo a la población a que se vacune porque es muy importante, es la única manera de superar esto», ha dicho la auxiliar de enfermería, que ha recordado a quienes «no han llegado a tiempo. «Hay que parar al virus», compartía Araceli y «por eso lo he hecho». Las dos deberán inyectarse una segunda dosis de la vacuna tres semanas después.

Araceli, nacida en 1924 tiene una hija y un hijo, cuatro nietos y un bisnieto y es oriunda de Guadix, Granada, pero lleva 25 años empadronada en Guadalajara. Mónica, natural de Guadalajara, es auxiliar de enfermería y trabaja en esta residencia desde hace diez años. ‘Los Olmos’ es uno de los pocos centros públicos de mayores de la región y tiene 70 ancianos internos, 120 empleados y actualmente ningún caso positivo. Aún así, 13 personas fallecieron aquí en la primera ola según datos oficiales del 30 de abril: dos con PCR positiva y otros 11 con síntomas compatibles. La crisis sanitaria ha sido especialmente cruenta con los más de 5.000 geriátricos de nuestro país, donde 20.268 personas perdieron la vida.

«Estoy muy orgullosa. Representamos a toda España y a toda Castilla-La Mancha», ha manifestado Marina Vadillo, la directora de ‘Los Olmos’. «Ha sido muy duro, pero hemos ido aprendiendo día a día y marcando todos los protocolos», ha reconocido en recuerdo a los 13 fallecidos de su centro. Ahora, «los residentes y los profesionales estamos muy ilusionados porque vemos el principio del fin», ha dicho, haciendo referencia también a que no notifican ningún caso positivo de COVID-19 desde junio. «Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido y sabido, pero esto aún no ha acabado», ha advertido.

La primera vacuna ha llegado a nuestro país en un tiempo récord tras nueve meses que, sin embargo, se han antojado demasiado largos, sobre todo en espacios tan vulnerables como las residencias, donde todavía hoy se siguen registrando bastantes casos positivos. Blindar los centros de ancianos se ha convertido prioridad de la primera fase de la campaña de vacunación, que se dividirá en cuatro grupos: geriátricos (incluidos residentes, sanitarios y trabajadores), los sanitarios «de primera línea», otros sanitarios y grandes dependientes. En total, aproximadamente 2,3 millones de personas a los que se irá vacunando en los próximos tres meses. El siguiente horizonte situado por Sanidad es mayo, en el que se espera que 10 millones de personas estén ya vacunadas en España.

La elección de la provincia castellano-manchega tiene un motivo simbólico y otro logístico. El primero responde a que es un centro público de gestión pública en un país donde casi el 90% de los geriátricos son de gestión privada. El segundo, porque Pfizer ha instalado en Guadalajara el dispositivo de entrega y reparto, desde donde técnicos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitario dan el visto bueno a las bandejas de dosis desde el pasado día 26 para distribuirlas por toda España.

España ha dado hoy un paso histórico con las primeras inyecciones de la vacuna contra la COVID-19. Ha sido en ‘Los Olmos’, una residencia de mayores pública de Guadalajara, donde Araceli, la interna de mayor edad a sus 96 años, y Mónica Tapias, auxiliar de enfermería, han recibido a las 9 de la mañana del domingo una dosis del suero de Pfizer/BioNTech. Ellas han sido las protagonistas de una campaña de vacunación cuya fase inicial pretende cubrir a 2,3 millones de personas en las próximas 12 semanas. Tal y como prometieron Sanidad y la Junta de Castilla-La Mancha, el de hoy ha sido un acto discreto sin mayor presencia mediática que la señal en directo ofrecida por TVE. El nerviosismo inicial de Araceli y Mónica ha desaparecido cinco minutos después de haberse inoculado el suero, momento en el que ambas se han mostrado «orgullosas» y han querido hacer un llamamiento. «Animo a la población a que se vacune porque es muy importante, es la única manera de superar esto», ha dicho la auxiliar de enfermería, que ha recordado a quienes «no han llegado a tiempo. «Hay que parar al virus», compartía Araceli y «por eso lo he hecho». Las dos deberán inyectarse una segunda dosis de la vacuna tres semanas después.Araceli, nacida en 1924 tiene una hija y un hijo, cuatro nietos y un bisnieto y es oriunda de Guadix, Granada, pero lleva 25 años empadronada en Guadalajara. Mónica, natural de Guadalajara, es auxiliar de enfermería y trabaja en esta residencia desde hace diez años. ‘Los Olmos’ es uno de los pocos centros públicos de mayores de la región y tiene 70 ancianos internos, 120 empleados y actualmente ningún caso positivo. Aún así, 13 personas fallecieron aquí en la primera ola según datos oficiales del 30 de abril: dos con PCR positiva y otros 11 con síntomas compatibles. La crisis sanitaria ha sido especialmente cruenta con los más de 5.000 geriátricos de nuestro país, donde 20.268 personas perdieron la vida.»Estoy muy orgullosa. Representamos a toda España y a toda Castilla-La Mancha», ha manifestado Marina Vadillo, la directora de ‘Los Olmos’. «Ha sido muy duro, pero hemos ido aprendiendo día a día y marcando todos los protocolos», ha reconocido en recuerdo a los 13 fallecidos de su centro. Ahora, «los residentes y los profesionales estamos muy ilusionados porque vemos el principio del fin», ha dicho, haciendo referencia también a que no notifican ningún caso positivo de COVID-19 desde junio. «Lo hemos hecho lo mejor que hemos podido y sabido, pero esto aún no ha acabado», ha advertido.La primera vacuna ha llegado a nuestro país en un tiempo récord tras nueve meses que, sin embargo, se han antojado demasiado largos, sobre todo en espacios tan vulnerables como las residencias, donde todavía hoy se siguen registrando bastantes casos positivos. Blindar los centros de ancianos se ha convertido prioridad de la primera fase de la campaña de vacunación, que se dividirá en cuatro grupos: geriátricos (incluidos residentes, sanitarios y trabajadores), los sanitarios «de primera línea», otros sanitarios y grandes dependientes. En total, aproximadamente 2,3 millones de personas a los que se irá vacunando en los próximos tres meses. El siguiente horizonte situado por Sanidad es mayo, en el que se espera que 10 millones de personas estén ya vacunadas en España.La elección de la provincia castellano-manchega tiene un motivo simbólico y otro logístico. El primero responde a que es un centro público de gestión pública en un país donde casi el 90% de los geriátricos son de gestión privada. El segundo, porque Pfizer ha instalado en Guadalajara el dispositivo de entrega y reparto, desde donde técnicos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitario dan el visto bueno a las bandejas de dosis desde el pasado día 26 para distribuirlas por toda España.Read MoreElDiario.es – ElDiario.es

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