El último gran descubrimiento en Pompeya, la ciudad romana enterrada por el Vesubio hace 2.000 años, ha sido un termopolio, un restaurante de comida rápida. El hallazgo del pasado mes de diciembre demuestra algo evidente: los restaurantes siempre han estado ahí. Cuando se visita una urbe romana bien conservada, como Pompeya y Herculano, cerca de Nápoles, u Ostia, en el litoral de Roma, resulta evidente que los romanos comían mucho fuera de casa, una costumbre que la humanidad lleva siglos practicando. Aunque hablar de restaurantes en la antigua Roma sea un anacronismo —la mayoría de los autores considera que se trata de un invento de mediados del siglo XVIII—, las tabernas de Pompeya, donde comían los pobres que carecían de cocinas en sus casas, podían llegar a ser lugares bastante sofisticados.
De las tabernas de la antigua Pompeya al París de mediados del XVIII, donde nació el restaurante moderno, pasando por el icónico Botín, en Madrid. Más de 2.000 años comiendo fuera de casaRead MoreÚltimas noticias | EL PAÍS