Jone Santiago tenía seis años cuando el escultor norteamericano Jeff Koons creo a Puppy, un perro de 12,4 metros y 16 toneladas que vigila, sentado, el museo de titanio diseñado por Frank Gehry. El Guggenheim de Bilbao y su mascota se mostraron al mundo con todo su esplendor en 1997. Jone, como otros tantos niños de Bilbao y del resto del mundo, se quedó boquiabierta al verlo. «Aquel perro y aquel museo transformaron la ciudad y ahora Puppy («cachorro», en inglés) puede volver a cambiar las conciencias de la gente dando ejemplo», explica Santiago.
El perro guardián del museo Guggenheim, una escultura de 12 metros, luce una imitación del dispositivo quirúrgico gracias a la insistencia de una médica bilbaína