La sucesión de hechos que llevó al bueno de Papá Noel a tener pasaporte finés sería esta. El origen de la leyenda de Santa Claus se localiza en un personaje real: San Nicolás, obispo cristiano que vivió en el siglo IV en una pequeña ciudad de Anatolia (actual Turquía) y que se hizo célebre por su generosidad, en especial con los niños, a los que dejaba regalos entrando en secreto por las ventanas de sus casas. Más tarde, en 1623, los emigrantes holandeses llevaron la tradición a Norteamérica al fundar Nueva York. A lo largo del siglo XIX, diversas publicaciones gráficas y literarias fueron dando forma al personaje tal y como lo conocemos hoy. Finalmente, las campañas de Coca-Cola a partir de 1931 terminaron por popularizar su silueta oronda, su traje rojo y blanco y su trineo tirado por renos. Pero…. ¿de dónde venía la comitiva?
La ubicación del domicilio de Santa Claus no es baladí. Todo lo contrario: es un negocio tan redondo como su cintura. Muchos territorios se han postulado para acogerlo, pero la Laponia finlandesa lo hizo mejor que sus competidoresRead MoreÚltimas noticias | EL PAÍS