Vivir en un hotel durante dos meses con un descuento del 35%, derecho a suite-oficina y un desayuno adaptado a la ola mundial del teletrabajo. En eso se ha puesto el veterano Radisson Blu Hotel Madrid Prado que se asoma a la plaza de la Platería, en pleno triángulo del arte madrileño. En eso se ha puesto porque el turismo de ocio y el de negocio tienen para rato en su recuperación de la crisis, y no están los bolsillos como para perder la oportunidad de acondicionar las habitaciones y las áreas comunes y acoger a quienes a miles trabajan ya en remoto. En el empeño se precisan unos dormitorios más amplios, o dos comunicados, acceso de alta velocidad a Internet, zonas de estar y compartir —que los anglosajones conocen hoy por coliving y coworking—, así como algo para picar las 24 horas del día. Y todo con descuentos como los mencionados.
Ofertas, zonas de estar y compartir e Internet de alta velocidad para atraer a un nuevo tipo de huésped