La bajada de temperaturas y el frío típico de fechas invernales hace que mucha gente lo pase francamente mal a la hora de disfrutar de un simple paseo vespertino. Y es que un clima gélido afecta a las articulaciones o la piel, pero también provoca entumecimientos de las zonas del cuerpo más expuestas: como la cabeza, los pies y, por supuesto, las manos. Estas últimas son una parte muy sensible a los cambios bruscos de temperatura. El enfriamiento de los dedos es algo muy incómodo y perjudicial para la salud, con síntomas como el mal retorno circulatorio. Por eso, desde EL PAÍS Escaparate hemos elegido una solución práctica para combatir los rigores del invierno: un calentador de manos portátil que también puede cargar el móvil.
Con varias horas de autonomía y disponible en varios colores, es el ‘gadget’ perfecto para combatir el frío en nuestras salidas al aire libre o en estancias gélidas
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