Una rueda de prensa ininterrumpida Iñigo Domínguez

La pandemia nos pilló, casualidad, con dos personas muy tranquilas, mucho más de la media, ni parecían españoles, al frente. Dos hombres con cara de no haber roto un plato para asumir un cataclismo. Salvador Illa no solo estudió Filosofía y es del Espanyol, tuvo que negociar el apoyo de ERC al Gobierno, toda una biografía tocada por el sentido de lo trágico. Él ha sido la parte triste de la pareja, el que da las malas noticias. Fernando Simón, en cambio, tenía algo de gracioso, quizá por la voz, los pelos, las pintas de andar por casa, y ha desempeñado un papel más optimista, incluso demasiado.

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La pandemia nos pilló, casualidad, con dos personas muy tranquilas, mucho más de la media, ni parecían españoles, al frente. Dos hombres con cara de no haber roto un plato para asumir un cataclismo. Salvador Illa no solo estudió Filosofía y es del Espanyol, tuvo que negociar el apoyo de ERC al Gobierno, toda una biografía tocada por el sentido de lo trágico. Él ha sido la parte triste de la pareja, el que da las malas noticias. Fernando Simón, en cambio, tenía algo de gracioso, quizá por la voz, los pelos, las pintas de andar por casa, y ha desempeñado un papel más optimista, incluso demasiado.Seguir leyendo.Read MoreÚltimas noticias | EL PAÍS


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